El American 1921 es sin duda uno de los relojes más carismáticos jamás fabricados. Con su caja cuadrada, la corona en la esquina superior izquierda y una esfera girada medio cuarto hacia la izquierda, no se parece a ningún otro reloj. Como ningún otro reloj, representa los locos años veinte, pero no ha perdido nada de su atractivo un siglo después. Para conmemorar este aniversario único, Replicas Vacheron Constantin se ha propuesto hacer una fiel recreación del americano original de 1921. La marca solo fabricó 24 de ellos en su año de lanzamiento, de los cuales uno reside en la colección privada de Vacheron Constantin.
Recrear un reloj que se fabricó hace 100 años no es una tarea fácil. Si bien la tecnología ha avanzado, las artesanías antiguas han desaparecido con ella. El punto de partida de este proyecto fueron los importantes archivos de Vacheron Constantin replicas de relojes, donde trazaron cómo se construyó el modelo original. Esto proporcionó al equipo un punto de partida. Como querían que la pieza fuera única y lo más auténtica posible, se emplearon herramientas históricas para crear el American 1921, al igual que su hermano original. Para recrear el movimiento, primero desarmaron el antiguo, ya que esto les dio la información única necesaria para rehacerlo nuevamente.
Muchos desafíos hicieron de este un proyecto para recordar. Como el Taller de restauración de Vacheron Constantin es muy hábil en la restauración de relojes fabricados en los primeros días de la fabricación, recrearlos todos juntos es bastante diferente. Por ejemplo, si bien a menudo reemplazan las joyas en los movimientos antiguos, vaciar manualmente los puentes y la placa principal para acomodarlos fue una experiencia completamente nueva. Como quieren que la reproducción sea lo más cercana posible al original, incluso analizaron la aleación de oro del primer estadounidense de 1921. El resultado es la creación de un hermano idéntico que muestra las habilidades únicas del Departamento de Restauración de replicas relojes Vacheron Constantin. Para ellos, también sirvió como un proyecto gratificante con una curva de aprendizaje empinada, lo que les permitió aprender oficios de la vieja escuela aplicando conocimientos casi olvidados y preservándolos para la próxima generación.